Las tarjetas no bancarias son las que únicamente pueden usarse en establecimientos asociados como tiendas, franquicias o grandes almacenes. En España, una parte importante de las grandes cadenas comerciales tiene acuerdos con un banco principal que es quien emite la tarjeta.

Las tarjetas contactless son aquellas con las que podemos realizar pagos o sacar dinero del cajero sin necesidad de introducirla en la ranura del datáfono o cajero automático, simplemente acercándola al aparato. Permiten realizar operaciones más rápido y sin necesidad de introducir el PIN en pagos de hasta 20 € (temporalmente hasta 50 € desde abril de 2020).

En las tarjetas monedero podemos recargar una cantidad determinada de dinero y utilizarla hasta que ese importe se haya terminado. Por lo general se utilizan para pagos de pequeños importes y es un formato ideal como primera tarjeta para los más jóvenes.

Las tarjetas revolventes o revolving son aquellas que nos permiten tener crédito con la modalidad de pago flexible, de modo que podemos devolverlo a plazos con cuotas periódicas que variarán según las cantidades que usemos y que incluirán además unos intereses. Cada vez que pagamos una cuota, ese importe vuelve a estar disponible en forma de crédito.

Con las tarjetas de crédito es posible hacer pagos que superen la cantidad de dinero que tenemos en nuestra cuenta, es decir, a crédito. El dinero prestado por el banco tendrá un límite, establecido en el contrato, y deberá ser devuelto en unos plazos establecidos, por lo general al mes siguiente.

Las tarjetas de débito nos permiten utilizar los fondos que hemos depositado en una cuenta corriente o de ahorro y con ellas podemos tanto pagar en comercios como obtener dinero de los cajeros automáticos. Las operaciones que realicemos se registrarán automáticamente en la cuenta, su principal diferencia con las tarjetas de crédito.

Una entidad financiera puede facilitar una tarjeta, aunque no tengas una cuenta abierta con ella, por lo que el pago se redirigirá a otra de tus cuentas. En el caso de las entidades de crédito este será el funcionamiento normal. No es necesario tener un mínimo de dinero ahorrado para obtener una y no estás obligado a utilizarla.

Con la forma de pago a fin de mes, la totalidad de las compras y disposiciones de efectivo a crédito realizadas con tu tarjeta de crédito se cargan en tu cuenta corriente el día 1 del siguiente mes (o siguiente día hábil). Esta forma de pago a fin de mes no conlleva intereses. El pago aplazado te permite amortizar tu deuda poco a poco, con cuotas o porcentajes mensuales, según la modalidad de pago aplazado que elijas.

Las tarjetas de crédito oro y platino están destinadas a los llamados clientes VIP que hacen un uso más frecuente de la misma y por lo general llevan una serie de servicios asociados y seguros, además de ofrecer una línea de crédito mayor.

Las tarjetas virtuales han nacido para facilitar y ofrecer una mayor seguridad en los pagos por internet. Se pueden recargar para realizar una compra en concreto y así nos aseguramos siempre de tener el dinero justo y evitamos robos. Podrán vincularse a distintas plataformas para realizar pagos mediante el teléfono en establecimientos.