A este hombre nada más le falta el caballo, el bigote, su pulque y que te pegue. Sinceramente, esa persona es una cárcel para cualquier mujer.

Si aún no lo conoces muy bien, verás que poco a poco irá cortando tus alas y te irá limitando en tus intereses. Te tiene a su lado para demostrar su hombría, y es probable que hasta no seas la única.

Si quieres en un futuro ser su criada y su costal de box, sigue con él.

Este hombre lucha día a día con sus ideas machistas y con las nuevas ideas en las que para nada entra el dominio de los hombres.

Digamos que está en proceso y que tiene uno que otro arranque machín, pero nada que no se arregle con diálogo, confianza y comunicación.

Tu hombre es de esos galanes que se deben cuidar, pues no hay muchos y los que
hay ya están casados. Jamás recibirás de él un reproche por el hecho de que seas mujer.

No es un atenido ni está marcado por estereotipos; jamás pensará que la cocina es el lugar de las chicas y que en frente del televisor deben estar los hombres.

Cuídalo mucho y hazle saber que estás orgullosa de él.